Hace unas semanas, una personilla muy muy querida por mí, me dijo que se casaba. Me dio un pellizco el estómago que casi vomito. Me alegré mucho por ella. Mucho de corazón. Es una de las personas que más quiero y admiro del mundo y todo lo que a ella le haga feliz, a mí también me hará. Me encantará ver que le hace feliz. Me encantará disfrutar de esta "su nueva etapa". Me encantará ver que todo le va a ir de maravilla. Me encantará ver al padrino llevarla del brazo, y a su mujer (esta vez sí) llorar de alegría. Me encantará ver como comparten, ella y su marido (qué fuerte, por Dios, qué fuerte) el resto de sus días. Me encantará ver en ellos el triunfo del amor en estos días tan difíciles. Me encantará creerlos. Me encantará ver sus riñas. Me encantará ver sus reconciliaciones. Me encantará ver la cara de su madre cuando le diga: "Vas a ser abuela". Joder. Eso SÍ que me encantará verlo. Me encantará verlos a ambos muy mayores, juntos, porque el AMOR existe. Se lo pueden preguntar a sus padres, o a sus abuelos. Me lo pueden preguntar a mí, que a pesar de todo creo en él.
Me encantará que se case.
¡Creo! (DRAE: Del lat. credere. 1. tr. Tener por cierta una cosa que el entendimiento no alcanza o que no está comprobada o demostrada.)
Cariño, de todo corazón, suerte. Mucha suerte, mucho AMOR, mucha paciencia, MUCHA VIDA.
7 comentarios:
¿Quién se casa quillo?
Sssssss.... de momento, secretismo. Ya te lo diré, porque la conoces.
Un beso
¡Juanito lo sabe!...
Me uno a esos deseos y añado uno típico de abuela:
"Y nosotros que lo veamos" ¿que no?...
Qué listo que me eres... Juanito... Qué listo que me eres.
Supongo que la emoción que me embarga en estos momentos no es sólo por el paso tan importante que quiero dar, sino por el apoyo de mi padrino preferido; porque, aunque luego vinieron muchos más, como aquel ricitos de oro al que su miocardia le hizo sufrir, no habrá ninguno en el mundo. Gracias por tu apoyo y espero que todos mis sueños se hagan realidad y que tus lágrimas certifiquen que se hicieron.
Te quiero, feísima.
Muack.
¿Y yo que digo ahora después de tantas lindezas y tantas mieles?.
Pues eso, que espero ser una suegra y una abuela superenrollada, que le enseñe a sus nietos un poco de latín y una pincelada de griego y alguna que otra coplilla (de las intensas, eso sí)
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