Mucho se ha escrito sobre el tema del destino, el azar, el sino, Dios... Lo cierto es que hasta que el ser humano no pueda controlar el futuro, estas incógnitas seguirán perennes en nuestras vidas. Cuántas y cuántas veces hemos oído: "eso es el destino", "ha tenido suerte", "Dios lo ha querido"... Prefiero decir y pensar: "él se lo ha buscado". De alguna manera somos nosotros quienes forjamos nuestro futuro. De alguna manera, nosotros terminamos nuestro pasado. Sea como fuere, pequeñas variables en la ecuación son las que hacen variar su resultado. Algunas predecibles, otras nos cogen de sorpresa. En las primeras... "te lo dije", "yo sabía que esto pasaría".... Cuando la variable es inesperada, se nos cae el mundo encima, es el destino, Dios o cualquier motivo "sobrehumano" al que podamos "echar la culpa/agradecer".
"Él se lo ha buscado". Siempre ando buscando. Confío poco en el destino, el azar, el sino... es por ello que mi búsqueda solo terminará cuando me duelan los huesos de tanto buscar. En esta etapa de mi vida, me he convertido en un auténtico trovador. He "trovado" algo. Algo que abandoné hace tiempo. Las circunstancias no eran propicias en aquel entonces. No sé si ahora lo son. Lo que sí sé es que esta vez, lo intento. Creo con toda mi alma. Creo con todas mis fuerzas. Creo, creo y creo. Ignoro cómo acabará todo. ¡Ni si quiera sé si empezaré algo! Eso sí: esta vez no pondré obstáculo alguno. No valen excusas. No valen distracciones. No valen dilaciones. Me entrego. Me doy. Tengo el alma limpia, la mente serena y el cuerpo tenso. Estoy preparado para la cabriola de mi vida. No hay red. Lo más seguro es que me estampe en el suelo del circo de la vida. Solo espero que unos brazos me agarren fuertemente.