Ayer vi de nuevo "El exorcista" (W. Friedkin, 1973)
. Esta vez la versión del director. Creo que la habré visto, con ésta unas tres o cuatro veces. Recuerdo que la primera vez que la vi, me estremecí de miedo (por no decir que casi me defeco encima) en parte por la sorpresa de la película, en parte por la edad: tendría unos once o doce años. Ciertamente, es una película que te hace meditar un poco sobre lo humano, lo divino y lo diabólico. Evidentemente, los que creen en Dios, han de creer también en el diablo. ¿No?. Y si se cree en manifestaciones como la de Lourdes, Fátima o El Rocío, pues se tendrá que creer también en estas cosas.
Me reservo mis creencias, por muchos de vosotros conocidas, pero sí medité esta vez en otra dirección: Lo que hace unos años me causó un miedo brutal, ahora solo me causó curiosidad (quizá ayudó un poco el no ver la película solo, si no que en una deliciosa compañía). Curiosidad por ver realmente cuál sería la película de miedo que actualmente consiguiera en mí ese efecto.
Tras meditar unos minutos (pocos) creo que sería un monólogo de Zapatero o Rajoy, o "Especial noticias de Antena 3" los que, sin dudarlo, me causarían pavor.
Un miedo terrible que les tengo.
A los dos.
Bueno... en general, creo que tengo "politifobia".
No sé... ¿será grave, doctor?