jueves, 7 de febrero de 2008

Gordo como un sollo lleno huevas

Así me siento ahora mismo. He estado ensayando con una vieja amiga, sobrina de una famosa artista. De copla. De tonadilla. De las de toda la vida. De esa tan maltratada especialidad, tan nuestra, y ahora porque las cosas de la tele son así, de moda. Pues gordo gordo gordísimo me he puesto, al comentarme la susodicha, que mejoraba con creces a otro de los grandes en esta especialidad. Cierto es que, quizá por conocernos desde hace tiempo, y habernos criado en el mismo entorno, sentíamos y concebíamos la copla de manera muy similar. De todas formas, a todos nos gusta que nos endulcen el oído, y a todos nos gusta superar a nuestros maestros.

Gracias, Adela, gracias, Manuel.

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