Los sueños se cumplen. No hay edad para ello. Ayer cumplieron uno de sus sueños dos amigos míos. Dos hermanos míos que desde ayer, lo son un poco más. No sé cuántos años les he oído decir "algún día lo haré". Y ayer lo hicieron. Tras una ceremonia que, a mi parecer, fue de lo más banal para lo que el hecho en sí significaba, se han unido a nosotros. Si antes compartimos una serie de vivencias de lo más particulares, ahora, en este nuevo estado, nos quedan por compartir (amén) otras que de alguna manera lo son también. Al menos para nosotros. Y lo cierto es que significa mucho para mí.
Dice mucho de ellos. Y lo primero que se me viene a la mente es que no debemos dejar de perseguir nuestros sueños. Y que debemos soñar siempre. Y que he de aplicarme esta moraleja a mí también... aunque, claro: si duermo poco no me da tiempo ni a soñar. Hace tiempo que no tengo sueños. Tendré que dormir un poco más.
Y no sé por qué motivo, en mi cabeza resuenan los versos de Machado (Antonio) que decían: "...gran pagano se hizo hermano, de una santa cofradía; el Jueves Santo salía, llevando un cirio en la mano".
No hay comentarios:
Publicar un comentario