Este es el título de la tercera novela de mi amigo Francisco Zaragoza y que hoy me ha hecho entrega en el hotel. Engancha desde la primera página. Me lo puse en el atril del piano, y ¡ala! a leer. Voy por la mitad y he decidido parar por que me dure un poco, si no, me veo leyendo a Prachett hasta su próximo libro.
¡Muy bueno!
De momento ¡muy bueno!
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