De nuevo, tengo una Cita. Como todos los años. Con mi Amigo. Parece mentira, pero casi hace un año de la
última y me parece que fue hace unas horas. Pero este año es un poco distinto. No me acompaña otro amigo. Está pelín cansado, aunque yo diría más bien, que no quiere cansarse, y se entiende. Sé que lo va a pasar mal, porque nuestro común Amigo es para él su centro y "leif motive". Es la primera vez en mi vida que no quedamos juntos los tres. Yo ya sabía que tarde o temprano llegaría este día, aunque siempre tuve la esperanza de ser yo quien faltara primero. En fin. Aunque no salga, tiene buena representación, porque mi hermano el pequeño me acompaña. Y el año que viene, más hermanos. ¿Relevo? Aunque deseo fervientemente que mis otros hermanos me acompañen, sé que voy a echar de menos al amigo que me presentó al Amigo de la Cita de mañana.
Así que este año, a mi Amigo, le hablaré de mi amigo. Como ya dije
el año pasado mi Amigo habla poco, así que este año se convertirá en un monologo sobre el amigo que quedó en casa (es un decir lo de quedarse en casa, porque seguro que aparece por el camino) y lo mucho que significa para mí. Lo mucho que ha marcado mi vida. Lo mucho que he aprendido y lo que me queda.
Lo mucho, lo muchísimo que lo quiero.
Papá, el año que viene, te vienes con nosotros de nuevo.