Lo cierto es que no solo las personas no están acostumbradas a tal cantidad de agua. La tierra tampoco. Los ríos se desbordan, las casas se inundan, los campos pierden sus cosechas y, particularmente, lo que más me aterra es el veranito que nos queda por pasar. Me huele que va a ser terrible.
Nada. Menos mal que en el 2012 se acaba todo ¿no?
Las de hipotecas que se van a firmar el año antes.
Y las de seguros de vida.
Total, para nada.
¡Qué arte!
2 comentarios:
Sí, sí,tú tómatelo a cachondeo.
Lagarto,lagarto...
Yo lo que siento es que habrá ayuntamientos que se queden sin pagar.
¡¡Cahis!!
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