Casi siempre utilizo los sueños para, de una manera inconsciente, llegar al vértigo: en la azotea más alta, la gárgola de una catedral, el borde de un precipicio... Hace un año, en Italia, mi amiga Giulia me llevo a una "garganta" natural en donde me quedé al borde durante unos segundos para que mi cerebro lo memorizara y me llevara en sueños a ese punto. Y ha sido así más de una vez.
Pues bien. Hoy he tenido lo que podríamos llamar, vértigo universal. O cósmico. O infinito. Os explico: He visto en sueños la tierra girar en derredor del sol. El vértigo ha sido descomunal. ¿Quién nos sujeta? ¿No nos caeremos nunca? La impresión de vernos solitos dando vueltas, y cayendo en un vacío interminable ha sido genial.
Quiero volver a soñar eso.
¡Quiero más vértigo!