Un amigo me dejó ayer un monitor (gracias "Vrebo") y esto me ha transportado a la época en la que, allá en Conde Negro, me sentaba horas y horas delante de mi Atari con el "Cubase". Hace relativamente poco de aquello para el avance tecnológico tan enorme que estamos viviendo. Por aquella época (1996) me llevaba horas enviar un "midi file" a un estudio de Madrid, y claro, al no existir todavía la tarifa plana ni, por descontado, una velocidad apropiada, podía estar toda una noche para que dicho estudio recibiera 250 Kb... con su correspondiente factura telefónica. Una barbaridad.
Este monitor me transporta un poco a aquella época: Un piso oscuro, vacío, ceniceros imposibles, una cama pequeña, libros en un estante hundido por el miedo, y un vecino que hacía todo aquello mucho más soportable.
Al monitor que me han pasado se le han caído unos treinta colores, y se ve todo como si de un espejo de feria se tratara, pero me hace un apaño que ni os cuento.
Gracias, "Vrebo". Gracias, "Sino".
2 comentarios:
'Monsieur Le Verb' se merece una medalla.
¡Y la paciencia que nos tiene!
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