La estación de ayer, a pesar de las "bajas", fue una de las más bonitas que recuerdo en los últimos años. Menos dura y con menos "parones" que las anteriores, aún conservo en mi retina el paso por boteros hasta la plaza. Maravilloso. Parece que vamos aprendiendo: ni un aplauso en las saetas. El silencio sepulcral. Siempre se me antoja como una "cremallera de silencio" que va cerrándose al paso.
Eso sí. Faltó quien faltó. Nada. El año que viene.
Por lo pronto, me voy. Salgo fuera. AIRE
AIRE
Condió
2 comentarios:
Pues ya queda menos para compartir otra experiencia y formar parte de esa cremallera de silencio y oscuridad.
Descansa y cuidado con tanto aire...!
Nada, Juan. M'avenío bien. Unos días de tranquilidad, mucha comida, mucha bebida y poca gente.
Y el año que viene... je je.
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